sábado, 13 de octubre de 2007

The Beatles, take 345...

Sé que mi coach en Prato me va a odiar un poco por esto, pero me ha caído en las narices el libro "Here, There and Everywhere" de Geoff Emerick, y no he podido aguantar las ganas de comentar.

Geoff Emerick tenía 15 años cuando empezó de asistente de grabación en los estudios Abbey Road. Pero su suerte no termina ahí, pues cuatro años más tarde, George Martin mediante, fue designado el ingeniero de sonido de los Beatles, que no es moco de pavo.

Hasta ahora, unas conclusiones sorbeteras porque no he despalillado el libro, y ganas no me faltan.

Primero, Emerik no oculta su admiración y amistad con Paul, a riesgo de creer que carga la mano un poco a favor de éste. El asunto se entiende, por varias razones. A estas alturas, nadie le puede cuestionar a Paul su obsesión porque las cosas quedaran perfectas, su profesionalismo como ejecutante (every time Ringo o Harrison metían la pata, Paul era el que asumía las partes de batería o guitarra), su habilidad para entender la tecnología y comunicarse mejor con el ingeniero de sonido et al, su aguante y su diplomacia para llevar por el narigón a los otros.

Segundo, hay cosas de las que preferí no haberme enterado por mi mentalidad de colegiala inocente de proteger a los músicos que admiro. Por ejemplo, que Harrison se comía el millo a cada rato con los solos, que era bastante acomplejado por el trato que le daban los dos mandamases de los Beatles y que tenía serios problemas de comunicación con su entorno. Un tipo que se baja con Something o con Isn't it a Pity, no es para que me lo deschaven así. Me dolió, por comemierda que es uno.

Tercero, traducir qué quería Lennon en sus composiciones era un reto para Paul y George Martin, que eran los que
en definitiva metían baza en los arreglos. Strawberry Fields, fue un tronco de canción intimista y guitarrera propuesta por John para el Sargento Pimienta. Si terminó en lo que terminó, un single monumental hecho a punta de cojones, fue por la producción de Paul y Martin.

Cuarto, los ejecutivos llevaban la EMI como una bodega. Solo cuando los Beatles se convirtieron en lo que se convirtieron, fue que fueron un poco más flexibles.
Su proverbial tacañería para actualizar los equipos de sonido de sus estudios a menudo colocaba a los Abbey Road al fondo de la fila en tecnología, lo que dice mucho de la importancia del talento de un Emerick con los Beatles o un Alan Parsons como ingeniero de plantilla en las grabaciones del Dark Side of the Moon.

Quinto, el principio del fin de los Beatles como grupo visto desde la cabina de grabación nos ofrece un inside único y bastante objetivo. Una especie de bitácora del lenguaje corporal de un grupo que, al despegarse del pelotón de la época y ganar velocidad, fue pagando caro la osadía del talento. Uno, que piensa que todo debe ser un picnic creativo, se duele ver aparacer las grietas.

Me va a ser inevitable que en algún momento incluya alguna anécdota del libro, pero lo haré cuando el Fede tenga su ejemplar, que no soy tan sádico para tal coito interrupto. A menos que tenga su hago constar del médico o una carta de los padres justificando el adelanto. Yo soy así, creativo.

Mi generación llegó tarde a los Beatles, y mi dosis de cinismo hacia ellos, sazonada de ignorancia, se ha ido diluyendo con el tiempo. Razón de más para agradecer haber salido del cayo, porque chocar con este tipo de información, tan difícil de acceder en Nuevo Vedado da un respiro y un conocimiento sano. Lo digo no solo por poner a los Beatles donde van, sino porque el saber no tiene precio.

Si le creemos a Elvis Costello, Emerick no tiene una gota de egocéntrico o inmodestia, por lo que sus testimonios deben ser confiables. Gracias a Deus.

Y disculpen la molestia.

No sé si ya la CNN lo sacó, pero la Lis se me ha bajado con un pelo nuevo que es un escándalo. I just fucking love it, así que mi tip of the hat para Ida la peluquera.


Pronto reseñaré a Shaun Tan, un loco del que compré un libro hace poco, y la cosa es de apaga y vamos. Aquí una viñeta de su novela gráfica The Arrival.



The Beatles, take 74...

Cuando matan a Lennon, cogen a Cuba desprevenida. ¿Qué hacer? ¿Lo beatificamos? Mira que ya eso de oír la música del enemigo es demodé, y las circunstancias mismas de su muerte da para el danzonete ese de lo violenta que es la sociedad norteamericana, que permite que cualquier loco mate a un músico inocente.

No, espérate... ¿y a Lennon no lo vigilaba el FBI porque se opuso a la guerra y eso? Beatificado está. Dale, pon un poco de videos de los Beatles que tú verás como ponemos esto bueno. Y ponme Imagine, y la letra. Dale... Lennon es de los nuestros, y a singar. ¿ David Blanco quiere organizar un concierto con músicos cubanos en el Vedado? Dale, métele. Que la gente se entretenga y así nos ganamos a unos cuantos pelúos más.

(fast forward unas décadas y caemos en el circo de Elián)

Oye, que tenemos que ganarnos a la opinión pública americana. ¿Cuántas veces se había dicho hasta ahora que el pueblo americano es bueno, que el malo es el gobierno? ¿Una vez cada cinco meses? Muy poco, muy poco. Ahora lo decimos cuantro veces al mes como mínimo. Hay que sobrecumplir esa cuota, caballero, que no podemos estar comiendo mierda.

No, no, no... no te me midas. Menos el gobierno, todo en el yuma es bueno. Su arte, su música, sus actores... no te me midas. Y rescátame al Lennon ese. Ponme una estatua en el parque aquel del Vedado. ¿Cómo se llama? ¡Ah... ! ¿Lennon? No jodas, si ya está todo cuadrado. Si Portillo de la Luz protesta, déjalo que hable un poco de mierda en algún programa de televisión y luego dale jabón. Y vamos a inaugurar la estatua con todos los hierros, no jodas. ¿Qué quién...? ¿Mánic estrít priche? ¿Quié cojóne son eso? Ah... tán con nosótro... No, concierto que tú conoces en La Habana y que vaya tol mundo. Y me pones a todos esos periodistas medio maricones de culturales a escribir sobre los ingleses esos. No jodas, quiero todo a full, que hay que mostrarle al mundo que no estamos en ná, y mientras los imbéciles de Miami sigan con ese jelengue vamos a colar Mesa Redonda, Batalla de Ideas y el mundo coloráo.

No me jodan.

Tradúceme toda canción del Lennon de mierda ese y si hay un mínimo filo de mensaje social, me lo resaltas. Y me importa un carajo si la canción es de McCartney y no de Lennon. ¿No firmaban Lennon-McCartney? No jodan entonces. Imagine es Das Kapital. ¿O es que no lo ves?

¿Viste como tenemos a todos esos pelúos patéticos y revoltosos? Los tenemos contenticos. A los periodistas, a los trovadores. Salí a comprar y regresé con tremenda factura. Con unos carros y unas computadoras que repartí en la UPEC matamos el gallo.

No jodas, que esa gente las necesito pa nuestro chanchullo.

Mira, vamos a darle acceso a Internet primero a los que se porten bien, y luego a los otros, para que nos ayuden a difundir el gospel de la revolución a través de Internet. Qué sé yo.... 40 horas al mes, pa que difundan nuestro mensaje con sus amigos en el mundo exterior.

La verdad de Cuba hay que divulgarla, que tenemos muchas publicaciones y medios hostiles. Nada más que hicimos fusilar a los secuestradores de la lancha, y medio mundo nos corta el agua y la luz. Pónmele email a todos esos periodistas cubanos, para que le escriban y convenzan a otros.

Mierda, qué estresante es el trabajo ideológico.

jueves, 11 de octubre de 2007

Poliglotón

Hoy he empezado un blog in English. Del carajo.

La idea es poner las tiras en orden desde el principio, cosa que no he podido hacer aquí.

Espero que no me dé acidez lo del multitask.


Hoy me llamaron del Herald porque cerraron la votación del concurso, y me informaron que no gané. De veras que me sentí aliviado, porque honestamente, el chanchullo que se armó en los comentarios fue bastante cruel, innecesario y revoltoso. Y la verdad, la verdad... nostoy pa eso.

Pero me sirvió para comparar mis pinchas con la de los artistas locales. Ya saldrá otra cosa.

Lo digo por enésima vez: A todos y a todas que votaron por mí, agradecimientos miles.




miércoles, 10 de octubre de 2007

Tintazo al pecho

Cierto revolú de entusiasmo, y recalco lo de "entusiasmo", ha movido en la blogofuria una historieta aparecida en el DDT. La historieta tiene muchas cosas a su favor, IMHO.

Primero, está dibujada con un desparpajo que desarma.

Segundo, toca un tema que a todo el que tenga dos dedos de frente se la tiene hecha cuadritos, que es, como dice uno de los implicados, "el puñetero consignismo".

Tercero, le tira de comba a la Julita Osendi.

Y cuarto, la hizo un socio, y la pinga el Almendares.

Según Laz, que es el autor de la tira y de otras criticando a los comentaristas deportivos, el primer sorprendido cuando la publicaron fue él mismo. "Que la quiten ellos", fue su lema.

Aquí pongo otras que ha hecho el negrón, y que no le ha ganado muchos amigos en la TV y otras salas de parto.

En exclusiva para la blogofuria, a color y desde el cayo, démosle un fuerte aplauso a...





martes, 9 de octubre de 2007

Karaoke gráfico

Me contaba un amigo que presenció la primera gran marcha contra Chávez, que le había impresionado el montón de gente desfilando. Una muchedumbre bárbara, según el señor Artiles. Algo festivos de ánimo, para lo que estaba en juego, pero un río de gente, y no eran extras de la televisión cubana.

Eso me trajo a la memoria uno de esos papelazos en los que cae uno cuando ilustra textos ajenos, que duelen un poco más cuando el contenido es político.

En una publicación digital en el cayo me pidieron la ilustración de marras sobre, era de esperar, la magra oposición a Chávez. Y allá fui yo todo un cabeza fría a soltar un dibujete calcando el texto de la periodista y su mensaje.

Alguna de esas publicaciones online de la izquierda entusiasta copió la imagen sin tapujos, y cuando la vieron algunas amistades mías que sí sabían de lo que pasaba en el mundo exterior porque no estaban en el cayo - y valga la redundancia- me escribieron cuestionando mi salud mental. De comemierda palante.

Tronco de papelazo.

La culpa sigue siendo mía, por aceptar todo texto que me pusieran delante para ilustrar y cobrar después. Aunque no logro sentirme mal del todo por eso, sobre todo, viendo la galería de miserias humanas du jour.

Pero fue un tronco de papelazo.


lunes, 8 de octubre de 2007

Cuando el humor llega así, de esa manera...

Una de las pocas veces que fui a una Bienal de San Antonio de los Baños, me tocó sentarme al lado del caricaturista argentino Sergio Langer.

Desde hacía unas cuantas ediciones, Betanzos organizaba unas conferencias muy interesantes sobre humorismo erótico, que incluían videos y performances en vivo. Esa vez, la velada traía, entre otras cosas, una conferencia de la doctora Mónica sobre el sexo seguro, con despliegue de fotos y demostraciones de diferentes condones y todo. El asunto iba muy bien hasta que la doctora mostró unas fotos algo gore de chancros, lesiones sifilíticas y otras hierbas aromáticas.

En una de esas imágenes bien gross, me dice Langer: "Che, qué hambre me ha dado esto... sé si son pijas o pizzas las de estas fotos."

Nadie entendió por qué nos descojonamos de la risa.

Pasó el tiempo, Langer empezó su tira en el Clarín y no nos hemos visto mais. En persona, porque a dibujos la cosa es distinta.

Hoy me ha mandado su fotolog, de donde he sacado esta joshíta de abajo.




Y esta para demostrar que el fetichismo es de perfil ancho. Il Duce al lado del Guevara kórdico.

Gracias al Fede por su servicio cablegráfico, lungo tempo fa, cuando paseaba (él, no yo) por la Vecchia Signora.


Back from Hell

He estado fuera de casi todo, y tan tranquilo. Excepto que cuando empecé a dibujar este fin de semana tenía la mano hecha un ladrillo.

Apenas tuve tiempo de echar una meadita por los blogs de siempre para marcar mi territorio en estas semanas.

Ayer estuve revisando el sitio del concurso del Herald y sus historietas, y todo iba bien hasta que me dio por revisar los comentarios. Oh, boy. Esa es la verdadera sección de humor, y no las historietas.

En estos días pondré dibujetes, si Dios quiere y la vaca prieta nos deja pasar. Tengo unas joyitas del libro de Geoff Emerick y de Shaun Tan, entre otras cosas. Serán colgadas aquí too.

Ahora me voy del aire que me van a coger las cuatro de la mañunga en esto.