Cámara, sorry.
Se me fueron unas palabrotas en el texto.
Todos saben, incluso que sin haber sido azules ni haber estado comiendo mierda en el establo de Silvio, los unicornios eran esas criaturas blancas, tarrúas, valientes, misteriosas y blah blah blah.
Como toda mitología que se respete, la del unicornio es confusa y lapidaria a la vez, como las reflexiones de you know who.
Muchos coinciden en que los unicornios eran muy dóciles con puras damiselas.
A tal punto, que las No-Yunisleidis de antaño eran usadas como señuelo para que el seudocaballo se les acercara y se pusiera a dormir en sus regazos.
Luego venían los cazadores y le daban tafia.
Supongo que al del tarro acaracolado.
Lo dicho, una comedera de mierda de tres pares.
Pero los cronistas de la antigüedad tuvieron a bien de callarse algunos datos, tal y como hace el Granma normalmente. Y es que prefieren olvidar que existía otra bestia mitológica muy parecida al unicornio de marras, pero de público ligeramente diferente.
Ladies and gentlemen... para ustedes, y cliqueando siempre sobre las imágenes para ampliar...
The Uniporns!