sábado, 15 de septiembre de 2007

Minuette post pincha

Qué viernes más hermoso el de ayer. Bello. Un montaje bajo el sol asesino, en el American Airlines Arena para amenizar la entrada a un concierto de Daddy Yankee nada menos. ¿Y creen que fue poca gente? Inocentes que son. Fue un carajal y medio. Y no sé qué me cae peor, si el reggaeton o los fans del reggaeton.

Que conste que se me puede salir el intolerante. A lo mejor estamos más viejos de lo que pensábamos, sobre todo cada vez que la Lis y yo nos insultamos a destiempo porque no nos gusta la gasolina.

El desmontaje fue peor, porque no pudimos tener acceso a la tarima (donde hubo un karaoke con canciones de adivinen quién) hasta que el público no abandonó el AAA, lo cual no ayudó para nada mi flácida admiración por perreantes y perreantas. Madrugada que tú conoces en eso.

Y el sábado, trabajito en uno de los pocos warehouses con vocación de sauna involutaria en el NW.

No sigo, porque va a parecer que me estoy quejando.

Una nota triste. Hace unos cuantos posteos atrás un amigo del cayo me había regalado un texto suyo contando una anécdota simpatiquísima. Laz, un caricaturista con un perenne pie en la NBA me contaba que Betán, el autor del texto, estaba enfermo. Hace dos días por vía del mismo Laz me entero que falleció, y me puse triste porque el Bétan era lo que se puede llamar con soltura, un tipo más que decente. Se ponía como un niño chiquito si tenía que hablar de pelota, de música o de literatura. Fotógrafo, dibujante, escritor, músico... a nada le tenía miedo. Y siempre un señor.

A lo mejor esto se presta para un encartonado recuento, pero el Bétan era demasiado vacilón para eso. Era un lord guapachoso, un gentleman del Caribe. Así que voy a saltarme la melaza postmortem y la metatranca laudatoria.

Partió el Bétan, probablemente no cuando él quería. Ojalá escriba sobre Miriam y nos haga fotos desde allá arriba. Y le escriba guiones al Pime, otro dibujero que permutó también hace un tiempo.

Lloremos con guaracha, que dura mais.

El autor de la foto de abajo es un fotógrafo ruso con el seudónimo de Max Sauco, surrealista manipulador de imágenes con un universo peculiar y unas composiciones intensas. Que tiene domino del Photoshop, se nota, y yo soy de los que no se molesta con el cacharreo gráfico. Si muchos fotógrafos pudieran pintar, dejarían la fotografía. Y hay pintores que darían un huevo por hacer de sus cuadros, fotografías.

Sauco sabe lo que hace.


Y por último, la actividad cultural.

Los asistentes a reuniones anteriores habrán notado que cada domingo les clavo una historieta en colores y en HD. Bueno, son las mismas que deberán salir a partir del próximo domingo 23 de septiembre en alguna parte del sitio web del Miami Herald. In English, no el Nuevo Herald. Nada en contra del Nuevo Heraldo, pero el que organizó el concurso para conseguir un colaborador dominical fue el Miami Herald, no su primo en castellano.

Los cuatro finalistas seremos posteados online, en plan picota pública, para que el respetable decida a punta de cliqueos quién es el ganador, o ganadora, porque no conozco a los otros tres competidores.

Cuando salga, me enteraré. Un poco tarde, sospecho, porque debo estar por esa fecha en Chicago, por cosas del curralo.

Espero no tener ausencias al post.

Y ahora para ustedes...

jueves, 13 de septiembre de 2007

El cantinfleo será televisado

No creo que nadie haya entendido una palabra de lo que balbucié anoche en el programa de Oscar Haza. De asustado e inarticulado palante. La televisión y yo no tenemos nada que ver. Está decidido.



Riding out the day's events

Hace añitos ya, en una de esas cacerías de ESPN que contaba posteos atrás, el mulatico-que-juega-en-el-agua y yo vimos un anuncio de Heineken, en el cual unos nada ortodoxos golfistas (qué palabrita más chea, coño) llevaban su joven desparpajo de hoyo en hoyo por uno de esos campos de golf que parecen hechos en 3D. El golf les importaba un carajo, solo la Heineken. Hay un momento del paseíto seudodeportivo en que suena Smoke on the Water en el fondo, y todos se detienen al unísono, se llevan la mano al corazón, se quitan las gorras y dejan caer las cabezas como si escucharan el himno.

Fucking hilarious.

El puro de Dario hubiéramos hecho lo mismo, pero nos aguantamos por el aquello de estar en casa ajena.

Y algo parecido me sucede con una canción de Rush. No ha habido una sola vez que haya oído el inicio de Tom Sawyer que no se me salga lo de los perros de Pávlov. Pocas piezas tienen esa elegancia y esa onda expansiva de punta a cabo, y que conste que incluyo el Black Dog del Zep. A ver quién tiene las joyas de la familia bien puestas para llevarme la contraria.

Es interesante.

Mario García Montes no solo es socio, sino que además es animador, y esa es una de mis materias pendientes. La animación es un trabajo, y perdonen mi francés, acojonante. A mí me encantaba burlarme de animaciones ajenas hasta que me tocó hacer una. Lo que les cuente es poco.

Por tanto todos los animadores del mundo (¡uníos!) tienen mi más animada admiración.

La muela viene al caso porque el Mayombe se ha colgado su sitio con varias pinchas. Ahí hay de todo, desde Filminutos hasta proyectos personales pasando por un videoclí de Willy Chirino.

Tip of the hat pal Mayombe.


Me entero que asociaciones de consumidores en Roma han hecho llamados a la población (la frase la saqué de la alerta contra huracanes) para que se abstengan de comprar pasta hasta que el gobierno intervenga y obligue a bajar los precios de la misma.

Yeah, right.


Habrá que esperar por Yoana y Xavier, nuestros reporteros en la Vecchia Signora y que nos digan si el despelote es tal.

Hacer efectos especiales es facilito. Usté agarra a un bulto de tipos feos, los monta en un barco de palo y les dice: "Ustedes son unos piratas malosos y con peste a pescáo, así que miren pallá pal señor de la cámara."
Luego les pone unos trajecitos grises como los de los Beatles cuando Ed Sullivan, les pinta unos punticos por el ropaje, les da una meriendita y ya.

Asunto liquidado.

Luego sale una, dos y tres películas taquilleras que la Disney le mete por los ojos a todo el mundo.

Es facilito. Vean.


(Foto: Light Plus)

Y sin más, damos paso a la actividad cultural.





martes, 11 de septiembre de 2007

Tranquilo, Bobby. Tranquilo.

Ayer el calendario (o candelario) se empeñaba en empujar su 11 de septiembre, pero no escribí nada al respecto para no parecer muy dark o sabihondo.


Lo cierto es que cada cual tiene su 11 de septiembre particular. Desde los familiares de las víctimas hasta el Bin Laden de los cojones con su barba teñida.
Y cuando escribo "víctimas" no me refiero solo a los de las torres de New York, que no hay que olvidar que en Chile, años antes, bajaron a bombazos a un presidente democráticamente electo. Así porque sí.


By the way, yo creo que lo de La Moneda iba a pasar de todos modos, metiera o no Pocholo su cuchareta en el gobierno de Allende. En el colmo de la ignorancia política, oí a mucha gente (no solo a Mercedes mi vecina) rezongar diciendo que los chilenos eran unos pendejos que se dejaron dar el golpe por Pinochet y que no tomaron las armas para derrotar a los fascistas. Ese era el comentario que me tocó asimilar con diez años de edad.


Bullshit. Ni que los cubanos fuéramos tan cojonudos tampoco.


Pero en fin, no quería hablar de los septiembres. En medio de cierta manigua noticiosa veo unas joyitas. Una pasajera fue obligada a bajar de un avión porque el flight attendant consideró que la vestimenta de la señorita enseñaba demasiado.

Bullshit.

O este botón hallado en La Jiribilla digitár, en un texto de Esteban Morales, sobre los negros que están contra la revostrucción cubana desde otras orillas:


Es cierto que en Cuba hay que trabajar mucho aun para que las diferencias e inequidades sociales terminen por desaparecer. Problema que afecta tanto a negros como a blancos, aunque dentro de ellos, más a los negros quienes aparecen con las mayores desventajas. Resultado ello principalmente, de los desiguales, puntos de partida históricos con que arribaron a 1959 los diferentes grupos raciales que hoy integran la sociedad cubana.

Cada vez que alguien se me baja con el parche de "es cierto que tenemos problemas", "no vivimos en una sociedad perfecta". "hay que trabajar en esto", me dan ganas de patearle un riñón. ¿Tú sabes cuántas veces me tuve que echar yo versiones del mismo tema?

Siempre es la misma fórmula. a) Tenemos-problemas
-no-somos-perfectos, b) Tenemos que trabajar aún por resolverlos y c) En el capitalismo están peor que nosotros.

Y luego viene la otra changa tipo Control-C, Control-V:

Debemos tener en cuenta que a principios de los años sesenta, el gobierno de los Estados Unidos comenzó una verdadera guerra de agresión contra la Revolución Cubana y el tema racial pasó entonces a ser considerado como algo que podía dividir a las fuerzas revolucionarias ante las difíciles batallas que debían ser enfrentadas.

Sin embargo, sin ser partidario de la llamada "teoría del tuerto", quien es rey en el país de los ciegos; no veo ningún país en este hemisferio, incluido Estados Unidos, donde se haya hecho tanto como en Cuba por la justicia, la igualdad y la equidad racial.

Del carajo, ¿no?

En la concreta es que Cuba no está exenta de las mismas limitaciones que otras sociedades para reconocer, asumir y resolver sus defectos. Pero en el cayo es más atractivo invertir tiempo, dinero, gente y neuronas en la batalla de ideas de las puñetas, que garantizar los frijoles y darle vida decente al people. ¿Pa qué molestarse? Siempre vamos a tener el bloqueo pa justificarlo todo.


Si a alguien o a álguienes le(s) parece que mi tono, el tema, mi español y mi estilo suenan a marranada cañonera, me disculparán. Por eso, como Juan Luis Guerra en su Niágara en bicicleta: "Tranquilo, Bobby. Tranquilo."





lunes, 10 de septiembre de 2007

Posteo al vuelo

La ley de Murphy es inexorable. Basta media vez que uno se siente en la máquina cuando empieza a llover y a caer rayos con balcón a la calle. Allá va uno, desconecta todo de lo más modosito, y cuando termina, deja de tronar. Y de llover.

Más jodido que chimpancé con oxiuros. En fin...