Cualquier cosa buena que lean, oigan o vean sobre la película Avatar, es poco.
Hay que verla.
En IMax y 3D, como deus manda.
Fucking awesome!
Regresamos de la nieve, las montañas.
Clisoria tiene fotos e historias, parece.
Los dejo con la puerquita atorrante.
El paisaje decidió ponerse blanco para resaltar mi esbeltez en contraste.
Abajo, una de las cabañas del lugar, diseñadas especialmente para mí y mi séquito.
Aquí abajo estoy con Frosty, the Snow Turd. Un poco fresco, el tal Frosty. Se quería aprovechar de mí cuando hacían la foto. Y no es que haya salido movida, es que le pedí a mi editora que la manipulara para quitarle la cara de lujuria al muñecón. Solo Olga Guillot y yo somos capaces de generar tensiones eróticas tales.
Este de abajo es un río importante camino a Cade Cove. La importancia del río consiste en que yo posé en sus orillas. Los salmones estaban alborotados.
Abajo está un venado. Le grité para saber si era familia de Bambi, pero levantó la cola, echó dos mojoncetes y se fue. Que alguien me recuerde no invitarlo a una posible gala en mi honor en Collins avenue.
En la foto de abajo estoy en el mirador en Mount Harrison, a 3590 pies de altura en Gatlinburg. Le dicen "mirador" a aquello, porque cuando llegué, nadie paraba de mirarme. Yo los entiendo.
De la serie Hellbound.
Cuatro páginas de la cuarta historieta.
Cuácara con cuácara.
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