Ah, esta vida de unemployed.
Hace unos días estaba viendo una movida bastante desagradable en el blog de Lagarde.
Masoquista que es uno, porque hay lugares a los que el morbo no debería dejarnos ir.
Me molestó aquella pasión gremial del escarbar buscando algo que sirviera para rebajar o ridiculizar, justo en la cuerda y escuela del viejito sangrón.
Y me dije, en mal momento, que iba a escribir sobre eso que vi en lo del Lagardillo.
De paso iba a poner el link a la galería que amablemente mantienen en La Jiribilla, porque ese perro no muerde, pero está ahí.
De hecho, este es el link.
Y me dije también que tal y como están las cosas, si escribo sobre la práctica lagardiana me van a sacar las caricaturas de la galería.
Pero no escribí.
Me ha caído una pinchita por la izquierda de dos o tres días y tuve que partirle el brazo, porque dinero mata galán.
No escribí, y he aquí que el Tibu me avisa de que Lagardín montó verruga por una ilustración que puso el Ichi en su blog... ¡y se me adelantó, el muy Lagardense!
Mierda, qué envidia de tener todos los problemas resueltos y poder dedicar tiempo a zapatear la internet para dedicar mi talento a rebajar a Vladimiro Roca, Yoani o los periodistas que van a la oficina de Intereses ("SINA", le gusta escribir a Lagardófilo, que da caché de orden del día del MINREX) a pasar cursos y merendar, en una práctica de "Internacionalismo democrático", como dice Alfredo Pong en oposición al "proletario."
Esta era la ilustración que tenía boceteada (la hice hoy) para salir en este blog por el fanguito que le tiraba Lagardinho a Escobar, y por su ciberbronca programada contra los enemigos de turno en general .
(Pueden cliquear sobre la imagen, que no tiene H1N1)
Y como decía, Lagardete, echó mano a mi galería jiribillezca y (curiosamente) repitió lamento de cuando yo era revolucionario y hacía dibujetes revolucionarios sin obligación aparente, de motu propio, por inspiración, con deseos.
Todo según él, claro.
Lagardóñez me conocía máaas bien, todo parece indicar.
Es que él es como la madre; hay uno solo.
No toqué el dichoso tema jiribillesco cuando Ninoska despotricó de este servidor durante el concurso del Herald, y no pensaba hacerlo porque parecía exagerado defenderme de algo de lo que no me tocaba defenderme, pero igual me dije que la evidencia gráfica estaba allí, so...
Teóricamente, esa sección de la caricatura, al menos cuando empecé a colaborar con La Jiribilla (se hacía en la oficina de Rosa Miriam en JR), era una sección de humor general.
Pero pudo más la militancia de ellos que el amor que me tenían y pronto aquello tomó vuelo de "Garri-tírame-un-cabo-con-un-texto-ahí-que-es-un-ladrillo-a-ver-si-me-haces-algo", dando forma a la socorrida práctica del caricaturista de opinión convertido en ilustrador de texto ajeno.
Este último detallito es importante, y es obviado constantemente por todos los "jueces", pero cuando alguien del giro lo usa a conveniencia, ya ahí hay mala leche, no ignorancia.
Si se fijan, la caricatura #13 de la galería es una ilustración a un texto sobre Ninoska Pérez Castellón y su decisión de separarse de la FNCA.
La caricatura no dice nada de la tal separación. No da información editorial ninguna, excepto que Ninoska tiene mal carácter.
Bueno, ese era el espíritu del texto.
Si hubieran dejado a Rosa dibujarla por mí, no quieran ver lo que había salido.
Hice montones de dibujos como ese, con todos los temas posibles.
Uno sabía qué hacía feliz a un editor y allá iba eso, lo he dicho otras veces.
En mi caso, tenía motivaciones muy importantes para actuar tan asquerosito.
Algo que ver con segurosos, Inmigración y eso.
Pero hasta ahí no llega mi gandinga contarlo.
Digamos que tales bajezas de este servidor (de alguna manera lo son) me pusieron, un tanto tarde para mi gusto, aquí donde estoy ahora.
Realmente eso es lo que me importa, y no tanto lo que pueda pensar algún que otro ofendido u ofendida allá en el cayo, o aquí, por ejemplo.
Ninoska no me perdonó la caricatura cuando yo concursaba en la competencia del Herald como finalista con una historieta, y lo que me puso fue lo que me puso.
Bueno, con decir que asumió que yo había competido como "Gustavo Rodriguez" para esconder mi seudónimo incriminatorio (de dibujetes jiribillescos, I guess), cuando en realidad fue decisión del periódico de ponerlo así.
Incluso mi firma era la misma, pero en fin...
Los que comentaron siguiendo la rumba acusatoria de Pérez Castellón, se parecían mucho a los que opinaron desde la otra esquina de la agenda del blog de Lagardañán.
Pero dije que me enteré vía EL Tibu News de que, como era de esperar, Lagardóvich siguió su instinto y me dedicó posteo, en ese enjundioso blós que solo acepta comentarios si son favorables a su agenda.
Así de escolar es nuestro Lagardez.
Ha escogido para su ponencia unas caricaturas sobre Posada, que ya suponen cómo fue que salieron.
Hasta me las pagaron, lo cual era justo.
Pero Lagardinski pudo haber escogido mais: mis dibujos contra Bush, contra la guerra (todavía estoy de acuerdo con algunos de esos dibujetes) y todavía hubiera seguido sin darle forma a su verruga. No solo en La Jiribilla.
A él le molesta que yo haya sido hipócrita.
A mí también.
El caso es que en esa galería hay dibujos que hay que ser magos para entender de qué iba el chiste, porque aparecen sin el texto que los originó.
Sorry, ahí quedaron.
Por cierto, esta es la entrevista de donde sacaron la foto del cuero.
Ma, niente da fare.
Don't kill the messenger, folks.
En otro orden de cosas...