lunes, 29 de octubre de 2007

Milton Caniff, marketing caribeño y vacíos domingueros.

Estuve en Columbus, Ohio, como el que sí quiere las cosas. Resulta que la Universidad Estatal de allí organiza cada tres años un festival del comic y la caricatura. El evento es un vacilón, y yo tripeaba con la abundantísima colección de Milton Caniff en el campus de la universidad, con algunas conferencias y desayunándome de una pila de cosas.


Me sirvió la visita para conocer a algunos ejecutivos de agencias de distribución de historietas, con la consabida entrega de resumé gráfico. Y para gastarme más de lo que debía en libros, pero ya saben... la carne es débil.




Este es Paul Fell, un caricaturista de Nebraska, fan de football y un tipo encojonadamente amable y servicial. El que pida más, es que es del CDR.

Paul no solo me puso en talla del evento, sino que me presentó a medio mundo. Propuesto está para el Nobel, en lo que a mí respecta.



El primero es Brendan Burford, de King Features, Mort Walker, creador de Beetle Bailey, Mike Peters et moi.

Mort llegó a abrir el Museo del Comic en Boca, para el que Schulz donó un millón de dólares y montones de originales. Todo para que el museo muriera a manos de los burócratas y los developers. Y Peters es un personaje, una tira cómica él mismo.

El caso es que el evento fue una experiencia más que placentera en lo personal para la Lis y para mí. Como historietista me dejó un cierto regusto a gorrión por todo lo que vi allí y por lo que me he perdido todos estos años, para no hablar de lo que no ha tenido y lo que se le ha negado a la historieta en Cuba.

No me voy a poner a elaborar aquí los argumentos, porque voy a sonar amargado. Pero no me va a quedar más remedio que tocar el tema mañana u otro día. De lo que faltó, repito, de lo que le quitaron y le otorgaron (también) injustamente a la historieta cubana. De comentarios de Zumbado y de un artículo a medio escribir sobre el tema cuando me dio por entrevistar a escritores y editores.

No sabemos nada de nada.

Otra cosa, si usted va a Columbus un domingo, vaya a ver el downtown más vacío que se haya visto jamais. De película. Me imagino que siempre es así cuando no sesiona el Satehouse, el legislativo del estado.





If you tell the truth you don't have to remember anything.
- Mark Twain (1835-1910)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya gallego con chaqueta y todo,pero creo que se te olvido la corbata.
Columbus, Ohio suena muy fino, nada que ver con Colon, Matanzas

Anónimo dijo...

Estás engordando mucho, dile a Lis que te cuide

Garrincha dijo...

clan, cuidao con esa chaqueta que es la de ir al balé.
y es cierto que columbus tiene más caché que colón, pero es más aburrido los domingos supongo.

anónimo, gracias por preocuparse por mi peso.
honestamente, la culpa no es de lis.
yo soy el que soy un jamaliche inveterado, y así no se va a ningún lado.