George W. Bush hizo la fuerza para colar una reforma migratoria, y se la ripiaron en el Congreso. Y que conste que no lo hizo en elecciones, que es cuando los políticos le pintan monos a los votantes hispanos.
Pero se la batearon.
El voto latino ya no es lo que era antes, auqnue parece que sigue siendo mayoría demócrata.
Y estos candidatos republicanos no han movido un dedo para asumir el panorama. Puede que no les interese. Puede que la Economía sea, en efecto, la prioridad #1. O puede que la prioridad sea desbancar a Obama a como dé lugar.
No les queda mucho tiempo, y la población latina sigue creciendo. Habrá que coger palco en el 2016.
Mientras tanto, una receta para el desastre aquí en El Nuevo Herald.
Wilman Villar falleció. Una huelga de hambre, una neumonía y la falta de atención médica lo llevaron a una depauperación física irreversible.
Para los entusiastas voceros de los Castronzi, la culpa es de Villar. Suicida, delincuente común, violento, camaján, falso mártir y otras lindezas son las que pide el guión.
No importa el pasado político ni la elección ideológica. ¡Se están muriendo a destajo!
Cuatro, en dos años. Zapata Tamayo, Soto, Pollán y ahora Villar.
Así vamos, como si lamentar a un muerto fuera una elección. Macabra rutina.
Ya había entregado esta a El Nuevo Herald...
... cuando salió la noticia de la muerte de Villar.
La caricatura, arreglada, aquí.
Gracias Adobe.
Gracias, Illustrator.
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