martes, 23 de marzo de 2010

Decisiones, todo cuesta.









2 comentarios:

Adriana dijo...

yo tampoco me meto en política, porque veo que la gente que está metida (los de un lado y los del otro) son demasiado deshonestos.
y la peor deshonestidad que existe: la deshonestidad con uno mismo.

Adriana dijo...

los cubanos les tenemos miedo a tantas cosas...
es lógico ese miedo. estuvimos un siglo entero (and counting) bajo la batuta de dictadores. nos cayeron uno detrás del otro. ¿cómo no vamos a tener miedo? para todo lo que nos ha pasado bastante bien estamos
no condeno a esos cubanos que no disimulan su miedo. los entiendo. lo que no entiendo es ese afán constante de muchos por negarlo, o peor, por tratar de ponerle maquillaje.
me parece particularmente repugnante la actitud de ciertos ciberpersonajes. esos blogueros tan influyentes... los educados (académicamente), que se expresan tan bien, los del discurso anticastrista que de tan pulido que está ya suena nuevo, esos que parecen tenerlo todo claro, los de las constante muestras de valor y patriotismo (virtual) -mucho valor y mucho patriotismo, pero eso sí, a cientos de quilómetros de la candela de verdad-, esos que incendian a las cibermasas, a los ingenuos e ignorantes lectores que adoptan sus ideas apenas sin resistencia, sin cuestionarse mucho la cosa, porque claro, si es contra Castro y lo dice fulanito de tal que publicó tal libro, tal artículo, o que es profesor de eso o de lo otro, TIENE que estar bien. y el que no esté de acuerdo... ¡es comunista! o es un troll, que viene a ser la misma cosa, no?
esos cuyas que arman y desarman el muñeco de la noticia (esas noticias de Cuba que tienen miles de huecos) de manera tal que la introducción o el comentario termina complementando la semi-noticia, los que se creen manipuladores cuando en realidad son unos eternos manipulados (por lo peor de ellos mismos), esa gente, que insiste en meternos en la cabeza que el que no se meta en política, el que no opine, el que no firme, el que no proteste, es un cobarde...
ESA es la gente que me da miedo.