"Ya comenzaron las clases. Cuánta alegría en esas caritas de pioneritos sonrientes llevando en sus manitas una flor para la maestra..."
Así vide yo comenzar un texto que tenía que ilustrar cuando comenzaba en lo de la caricatura, en esa época en que con tal de ser publicado uno podía matar al prójimo de un mordisco en la yugular.
Ah, las cosas que se ha tenido que tragar uno ilustrando. Y uno cree que lo ha hecho con profesionalismo ateniéndose al texto, no importa si es un vomitivo como el trocito del principio.
Qué asco.
Pero, ¿saben qué es peor que un sirope cursi de letras? Un texto político que uno ilustra sin tener la más puta idea de si es verdad lo que uno lee.
Recuerdo un par de artículos de opinión que ilustré, que luego de un tiempo aquí descubrí por fuentes diferentes que eran un panfleto mentiroso en por lo menos el 75% del contenido.
Y allí estaba por algún lado mi caricatura, panfletera y complaciente. Me sentí mal, la verdad. Me he sentido así un par de veces, pero qué cojones...
Mañana tocaré el tema de la editorialidad de la caricatura y la caricatura en lo editorial, que parece un jueguito zoquete de palabras, pero no lo es.
Santo Deus, parezco el Granma anunciando temas y reflexiones.
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5 comentarios:
Me acabo de descuarejingar de la risa!
aaaaaaaaaajajajaajajajajaajajajajaja
:-) :-) :-)
Me tomé la atribución de poner un vínculo a tu blog en mi blog.
Para que se reían más gentes.
Saludos
Yo le puse uno desde hace tiempo, pero creo que no lo ha descubierto... :o)
"Los cascabeles y el gato"
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