martes, 3 de marzo de 2009

La miel del poder.


No sé la miel del poder, pero existe la mierda de no poder.

Un sainete.

Y el país, mudo.

Ya nadie se molesta en darle información completa a los cubanos, como en aquellas sabrosas comparecencias televisivas del reflexionante lungo tempo fa.

Recuerdo cuando nos explicaba a todos los televidentes, idiotas con bases llenas, que Landy era malo y corrupto y que era el único y un caso aislado y desviado.


No se me olvida que aquella opereta trajo de ñapa la explicación rocambolesca de la perdición de Rafael del Pino, ofrecida por aquel abnegado jefe de estado que se tomaba el trabajo de explicarle al pueblo con lujo de detalles cómo se perdían las ovejas revolucionarias que se desviaban del redil, traicionando al pueblo para vivir riquito.

Y el pueblo, embobecido.

La prensa, que es del pueblo, idem.

Después de aquello tuvo que salir varias veces más, para hablar de otras ovejas díscolas, para calmar a la nerviosa y preocupada cubanada, humillando de paso la decencia nacional.

Seguro que ustedes se acuerdan de otras apariciones de emergencia.

Los últimos años en el cayo habrán sido cualquier cosa menos aburridos.

Hubiese dado lo que no tenía por ver al humorista en jefe hablar del caso Universo Sánchez y la justicia por su mano. Sádico que es uno.

O dar su versión sobre su primera entrevista con el embajador peruano en Cuba justo después que se metiera el ómnibus en la embajada.

Pero la vida es cruel y nos va a privar de esos Momentos Adidas.

No se puede tener todo.

Si no, que le pregunten al pobre Raúl.

En fin...

(Cliquear sobre la imagen para ampliar es una prerrogativa que aconsejamos fuertemente.)



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Garrido

Me gusta mucho la figura de Cambios en Cuba!!

Saludos

Isis dijo...

So good, Garrincha, as usual.

A Cuban In London dijo...

Landy y del Pino! Socio, usted tiene una memoria del cara'!

Saludos desde Londres.

Garrincha dijo...

matemático,
gracias por su visita.

reina nocturna,
gracias mil.
fan suyo, ya sabe.

cuban, my man,
los viejitos cagalitrosos como yo tenemos esas cápsulas de memoria.
un abrazo.