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Nuestro Martí.
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Obama no fue al primer debate con Mitt. Estaba pensando en ques e le iba a pasar la reservación en Olive Garden.
Aquí, sobre el tema, en
El Nuevo Herald.
Yoani y el esposo, metidos en un carro y llevados a la capital.
El canciller Brunildo es un personaje complejo, de ricas tesituras y pirotecnia en guayabera.
Los de CAFE se vieron con él y le dijeron que qué volá con dejar a los cubanos residentes afuera invertir en el cayo.
Brunelesco dijo que nanái, como exige el guión. Que el que quiera invertir, que se baje de la mula con baro largo de cientos de millones.
Como era de esperar, hubo ofendidos.
Pero la profesora María Isabel Alonso dice en lo de
Ichikawa que no es para tanto.
Bruno Rodríguez, en primer lugar, es Ministro de Relaciones Exteriores, no de economía. Sus palabras se limitaron a explicar la política oficial del gobierno cubano en la actualidad. Yo, que considero su respuesta a este tema denotadora de una visión estrecha sobre las potencialidades de esa inversión, estuve presente en el encuentro y nunca escuché ni esa expresión ni un tono que insinuara tal radicalismo. Su posición fue absolutamente descriptiva. Más aun, terminó su intervención en este particular expresando: “No digo que no pueda ocurrir, lo que digo es que no está en nuestras prioridades en este momento.”
Right.
Ni en este momento ni en ninguno.
El argumento ha sido recitado, que recuerde, por Osmani Cienfuegos (esa conferencia de prensa en Varadero con empresarios y periodistas extranjeros fue una joya de la zarzuela antillana) en pleno período especial cuando era ministro del turismo, no de economía. Por Roberto Robaina cuando era canciller, no ministro de economía y ahora el Bruniquiqui. A unos estudiantes de periodismo de Nebraska le bajaron un cassette parecido, y fueron los de la Asamblea Nacional, no el ministro de economía.
Pero bueno, la profesora no quiere quemar las naves y espantar la paloma. Hay prioridades de agenda que exigen párrafos como el anterior citado.