miércoles, 16 de abril de 2008

Diversionismo mongológico.

Llevo algún tiempo pidiéndole a una amiga un escrito para este blog. Quiero que me escriba algo sobre Frank González, un actor que ya era bien reconocido antes de ponerle la voz a Elpidio Valdés y a otro montón de personajes de los animados cubanos.

Pensando en Elpidio Valdés veo este post de los Miquis.

Ah, Eliancito.

Tanto nadar para morir en la orilla. Tanto defenderlo de los muñequitos yumas y aprovecha que quien-tú-sabes está ocupado escribiendo profundas riflexiones para celebrar en El Laguito con los símbolos del imperio corrompiendo la ternura infantil.

Mención especial para el niño de abajo a la derecha, algo separado del grupo y sentado en la hierba, dando dedo con ambas manos.

Ese, de La Colmenita no es.

Recuerdo que en medio de la baraúnda que fue (o es, go figure) la Batalla de Ideas con Elián en Miami, este-tu-niño tuvo un rapto de ansiedad preocupado porque a Elián lo estaban llenando de juguetes y/o pacotilla para envenenarle la mente.

Enseguida se decretó otra alarma, otro asunto a resolver inmediatamente, otra misión para los muchos ayudantes de este-cómo-se-llama-que-está-ingresado todavía. La movilización llegó hasta Juan Padrón -cardenense, para alegría de Coordinación y Apoyo- que dibujó a Elpidio Valdés en varias formas y soportes para rescatar a Eliancito de Batman y Mickey Mouse.

Padrón no trabajaría en vano, parece. De ese rapto salvador salió la idea (y el baro, of course) para construir los nuevos estudios de animación del ICAIC, un proyecto luchado por Padroncito et al, pero dormido al fin y al cabo.

Al de Adidas le lograron vender la idea de cuánto ganaría la Curtúra, la Batalla de Ideas y la pachanga de turno con una producción de animados cubanos que promovieran los verdaderos valores patrios, y no esa bazofia de Mickey y Batman con su amariconado Robin.

Escapó Padrón.

Creo que los estudios se estrenaron con la realización de Vampiros en La Habana II, que no llegó al éxito de la primera.
Corina Tedeschi. Attention Deficit Disorder.




Never get deeply in debt to someone who cried at the end of Scarface.

-Robert S. Wieder

2 comentarios:

Los Miquis de Miami dijo...

de lo que uno se entera pasando por aquí. y gracias por el link.

Anónimo dijo...

jajajajaja
ni es de la colmenita ni es bobo
jajajjajaja