martes, 21 de agosto de 2007

Post atravezado. Digo: Atravesado.

Muchos caricaturistas que se han visto envueltos en el proceso editorial de una publicación periódica, no siempre lo han hecho por su propia voluntad. Traduzco: Es la manera que han tenido en ese momento de publicar con regularidad en algún lado.

Conozco dibujantes encojonadamente buenos que prefieren pegarse un tiro en las bolsas escrotales a hacer caricatura editorial. Los hay que no son taaaan buenos como los anteriores pero tienen chispa y dinámica para asumir esa palabra macarrónica que es el "diarismo". Y por supuesto, hay caricaturistas fuera de serie que hacen magníficas caricaturas editoriales.

Cuando se trabaja dentro de un periódico se asume una relación adúltera entre el dibujante, el editor y el público. Rarísimas veces se complace a los tres al mismo tiempo. Si oyen a un caricaturista diciendo lo contrario pueden demandarlo por idiota.

Of course, a veces salen esas caricaturas que dan gracia, hacen pensar, provocan admiración, están bien dibujadas y los editores y lectores las disfrutan juntos. Entonces hay fuegos artificiales y se hacen ofrendas a los dioses. Pero ese episodio es como encontrarle el punto G a una manatí. Todos creemos saber cómo hacer, pero en la concreta...

Tengo que aclarar que una caricatura editorial no tiene que ser obligatoriamente política. La "editorialidad" viene por la actualidad del tema, sea de política o no. Si se dibuja algo sobre la bronca en el juego de pelota del día anterior o el ciclón que viene, es de actualidad y no tiene que ser política por fuerza. Aunque hay editores que si no tiene algo político y correcto, no la aceptan.

Es esa cabrona costumbre de solo pensar en la caricatura cubana en Cuba como caricatura política. Cada vez que alguien empieza hablando de la tradición de dibujantes cubanos y hablan del Liborio, el bobo de Abela y se quedan en el Loquito de Nuez, se están meando en la cabeza de decenas de artistas y humoristas de calidad ignorados a la fuerza. Y la culpa no es solo de de Adelaida de Juan y su libro reeditado. Pero eso es otro juego de pelota.

El caso es que hacer caricatura editorial no es hacer caricatura de laboratorio. Me tocó ver a un caricaturista que se daba su postín para generar su bodrio diario. Era el ritual del té japonés. Se leía los textos consabidos, enfurruñaba la cara, pedía soledad, se iba para la casa, se daba un trago, se rascaba el culo y al final paría un bodrio igualito que los demás bodrios que dibujábamos todos, pero el de él era una parsimonia.
Los editores amaban sus caricaturas. A él, con el tiempo, no tanto. Era una ladilla.

La caricatura editorial casi siempre la tienes que hacer a la carrera, contra un cierre, sobre un tema casi siempre inmetible y árido, cuando no recurrente, con un editor esperando por ti y un diseñador agitándote para clavar tu dibujo en el sello de correo de espacio que te reservó en la página del periódico.

Al cabo de un tiempo uno aprende a averiguar por dónde van los tiros y a adivinar qué quiere el editor que se vea reflejado. Después, es mear y sacudir. ¿Cínico? You bet.

Me contaba un veterano caricaturista cubano (que en su tiempo fue el caricaturista político por excelencia), que él llegaba incluso a jugar cancha con un par de dirigentes del glorioso proceso revolucionario para ver qué se cocinaba.
Profesionalismo, tal vez. Quizás no averiguara bien sobre qué dibujar, pero seguro averiguaba sobre qué NO dibujar.

Y uno no sabe qué es peor, si la caricatura editorial o la ilustración de artículos. A veces se sale decentemente de esto de la ilustración urgente. Hay textos ladrillescos, pero te dan aristas para ilustrar. Hay textos tan metatrancas que uno no sabe de qué agarrarse.

Yo siempre lo tenía fatal porque mi estilo es muy frontal, muy humorístico (es un decir) y cuando me tocaba un autor farragoso de esos que se la agarra con celofán... A sufrir. En el fondo es que yo no soy tan bueno para eso.

A veces me daban ganas de bajarme con una ilustración hermética, de esas que uno no sabe qué coños quiso decir el autor pero que todos admiran callados para hacerse los listillos. Porque no me jodan, no me hagan hablar. Un artista que conocí, muy celebrado en vida, era muy buen dibujante. Le tocaba todos los meses ilustrar poemas para una revista, tarea que ya le sabía a mierda. Pues bien, dicen ( y alguna vez medio lo confesó medio curda), que para matar la jugada agarraba su plumilla y se ponía a dibujar y a dibujar las formas que su estado de ánimo le daba, o la cantidad de cartulina que tenía en ese momento.

Eran eso, formas. Algunas un alarde de técnica. Las otras, decía, eran figuras "inteligentes". Cuando le mandaban los textos de los poemas simplemente iba al closet y empezaba a sacar sus dibujos viejos. Sus "cantúas", como las llamaba. Empezaba: "Este dibujo va con este poema, y este otro va con este, y a este le voy a poner dos si hay espacio."

Sin leerse los textos. Y en la revista: "Verdad que el tipo es un genio" " Qué sensibilidad" "Retrató el poema" " Nadie puede hacerlo como él"

Pero la caricatura editorial te obliga a captar ideas y conceptualizar (¿existe la palabra?) al momento. Nada de regodeos ni con la idea ni con el dibujo. Con la ilustración se aprende a quitar la paja (es solo un decir) y llegar al morrocollo. Luego de localizado el morrocollo uno decide a quién va a complacer; si al respetable público, al editor o a uno mismo, que es decir a los coleguis.

Algunos somos fatales llegado este punto.

Believe me.




16 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es lo que se dice, un ejercicio de exorcismo intelectual.

LLevas razón el garrix, y le has puesto pecho.

La caricatura tiene un giro argumental soberbio. Oportunísimo. Da para una portada de mañana tempranito. El parlamento de la huesuda quizá le sobre, o probablemente le quepa a una de esas lombricitas microscópicas perdidas por una esquina.

Pero eso sólo para ser impertinente, que aquí el artista es usted... lo mío es esto.

Garrincha dijo...

gracias por el tip.
creo que sí, que ese comentario le tocaba a un bichito colateral.

Troglo dijo...

Oye garrincha no seas susceptible. Mi comentario no fue zoquete sino de alerta.Tok

Garrincha dijo...

De alerta.
Ya.
Gracias anyway.

Anónimo dijo...

Hey Bro
A que se debe la muela editorial? es el aniversario de algo y yo no me enterado?
By the way creo que el gorrito con el nombre del pais era uno de los numeros de la lista del otro dia.
Uno mas:
Porque las que se quiren sonar al Yety tienen que tener la piel oscurita?

Garrincha dijo...

aniversario, que yo sepa, no.
es que tenía pendiente sacarme el temita de adentro, y sin querer se me fueron un par de anécdotas.
lo del gorrito es un icono usado adrésmente adrede.
sorry.

las que se quieren sonar al abominable tienen la piel así para que hagan contraste con la nieve.
mentira, no es por eso, pero me tendría ue dar una explicación algo zoquete que no me sé muy bien.
balance étnico, supongo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Contra, pero qué vuelta con el Rodríguez...?!!

¿Este tipo pretende hacer creer que la caricatura del Yeti es racista y tendenciosa? Coño, de verdad que estamos jodíos!!!

Infortunato Liborio del Campo dijo...

prueba

Infortunato Liborio del Campo dijo...

No lo publiques:

Arregla el título, Atravesado es con ese. Al menos sé que a otro le pasa lo mismo que a mí con la palabreja. Algo tiene que tener que la tendencia es a escribirla con zeta, sin embargo no escribes atravezar. Cosas del subconciente bro.

Un saludo

libo

varela blog dijo...

Vaya que bueno esta lo del hilito que le sube la mano...
Saludos. Y la tira esta empingada. Como el yeti.

Garrincha dijo...

Gracias mil al Libo por sacarme las castañas de la errata.
No tengo perdón.

Walker, lo que pasa es que Rodríguez se fija mucho en los detalles, pero no hay nada de racismo.
Te lo digo yo.

Liborio, ¿ya te dí las gracias? Quépena, compadres.

Anónimo dijo...

Que me disculpe entonces, pero es que la tropa de Ramiro está que es una plaga; lo de ellos es meter cizaña donde quiera. Yo que soy un parsimonioso, y me tienen mosquea'o...

Y lo de la zeta, te juro que pensé que lo hacías con intención. Para reforzzzzar el teque: avisar que venía agua.

La posmodernidad nos hizo mucho daño... :o)

Ivis dijo...

Qué bueno eres... y pensar que yo no te conocía.
Eres bueno de verdad
Un saludo.

Anónimo dijo...

Garrix todo eso que cuentas me hizo imaginarme a ti tratando de hacer una caricatura que le cuadrara a Alina la de la redacción digital de Trabajadores, jejeje me imagino q trabajo debes haber pasado. Cuidate y sigue con el blog q es ¡¡¡GENIAL!!!

Garrincha dijo...

Capi, te cuento que nunca pasé trabajos con ella.
Una o dos caritas, pero no me planchó ninguna.
No que me haya enterado.
Y Canela, el director al menos tuvo la decencia de explicarme cuando mandaba a matar alguna, que ya te digo no fueron muchas porque uno olfateaba y sabía a qué ladrillo atenerse.
Duflar era más conflictivo, el pobre.