Había una vez, hace muchas libras de eso, en que los caricaturistas cubanos tenían un personaje favorito al cual hacerle su caricatura personal en los concursos nacionales.
Alicia Alonso.
¿Por qué no? Narizona, cuellúa, con boca de monedero y ojos de travesti.
Y además era una figura conocida.
Un tiro al piso, fonguear melones.
El concurso que no tuviera una o dos Alicias en las obras enviadas para la categoría de Caricatura Personal era un concurso cagajón.
Ya lo sé que exagero, pero el tema es que Alicia era el escape de todos. De todos aquellos que supieran hacer caricatura personal, porque yo... ni hablar.
Yo hice, que recuerde, un Lennon, un Tyson y un Hendrix. Y no eran peo que rompieran calzoncillo.
¿Y la Alicia de aquí? ¡Whoopie Goldberg!
El que no pinte a la negra no impresiona.
¿Por qué no? Con esos pelos y esa boca y esos dientes.
Y yo no pienso quedarme atrás.
2 comentarios:
Una de las mejores caricaturas que he visto de esta señora.
Si, men. Nunca habia caido en cuenta (porque nunca participo en esta categoria... buéh... de hecho casi ni participo en ninguna)... pero éj verdá. De hecho, aun es tradición... Aunque también he visto acá Woopie Goldberg en repetidas ocasiones.
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