Embelequeros que somos

No hay otro nombre. Uno ve la televisión en español y da grima.

Me consta que hay gente inteligente ganándose los frijoles y pagando los bills haciendo bazofia. Y también me consta que no se sienten nada a gusto.

But then again who does?

Eso merece un buen PicaPica # 3.

Caterva de embelequeros que somos todos.




Título de la obra: Passion path through USB chord when the world is crashing down.

Técnica: La idem es la idem y sin idem no hay idem.

Dimensiones: Incalculables.


Con esta caricatura me adentro en lo figurativo que existe solamente más allá de mis demonios y sus inmediateces polisémicas. Pretendo, al mismo tiempo, desgranar la fuente (¿sublimada?) de los (¿lúdicos?) conceptos y dogmas que se asientan (¿prematuramente?) y que se (re)crean en esa especie de antesala de sobresaltos que es nuestra invención afectiva.

Se puede afirmar que mis tribulaciones argumentales van en paralelo con el Ser antropológico, urbano y cardinal. Son, a vuelo de pájaro, una diatriba, pero también una descomposición y un replanteo de la (vaga) matriz universal que modera la existencia de lo intelectual en lo seminalmente efímero.

Lo plano, lo filtrado y lo distorsionado no son más que gestiones contrapuestas que forman no tan a la larga, esa afinación de lejanías cotidianas que nos define. Son apenas unas marcas en el mapa de nuestra conciencia en "usufructo primario", como bien dijera Sapz-Klóshe.

Quienes ven un guiño cartesiano en el bulo solvente y exponencial que es la idea de la obra, no hacen otra cosa que aplicar la (i)lógica hertziana que intenta explicar los diferentes niveles tangenciales del juramento vertzelista de la forma como argucia, como recurso doloso.

Pero no es mi tarea la de urdir transiciones a través del Paradigma de Forte.

Que comience pues, la partición.






En otro orden de cosas...

(cliqueen sobre la imagen, please)