Mucha gente maneja mientras lee o genera mensajes de texto desde un celular, y de paso hacen su aporte a las estadísticas de accidentes.
Si se mataran entre ellos, uno creería que el dios del tráfico está haciendo su trabajo microapocalítico.
Pero no es así, desgraciadamente.
Y desgraciadamente, fue a Tallahassee donde tuvo que recalar una propuesta de ley que intenta impedir que alguien textee y maneje a la vez.
La propuesta (no sé si bien cabildeada y argumentada) fue a morir a la comisión que dirigía la representante Ellyn Bogdanoff, que la planchó no sin cierta zoquetería.
Su argumento principal (al menos el que le dio a la prensa) fue que ella siempre ha estado en contra de que el estado le tenga que decir qué hacer desde que se levanta hasta que se acuesta.
Su concepto sacrosanto de libertad incluye el de la libertad de ser un idiota que pone en peligro su vida y la de otros.
Y así va.
Como se imaginarán, toda esta muela es para hacerle el set up a esta caricatura.
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