Enrique Pilozo le propuso una vez a varios dibujantes hacer un cadáver exquisito.
Sin muchas reglas, solo había que dibujar una historieta sin texto, y por supuesto, que empezara donde terminaba la anterior.
Me tocó continuar la del gran Tabaré, y al Boli le tocó seguir donde me quedé yo.
Es una lástima que se le haya malogrado el proyecto al Pilozo.
Barcos que son algunos caricaturistas, supongo.
(Cliquear sobre las imágenes y manipular con cuidado.)
Por cierto, aquí se puede ver un material del Pilo con entrevistas a varios dibujantes.
Duro ahí.